El frescor tan vivo del lirio con el que te recibe Matua es tan sólo el principio de una bonita experiencia floral.
Tras una bienvenida muy suave, muy pronto nos sorprendemos ascendiendo a un lugar que al principio nos parecía velado y secreto: ese jardín femenino, sofisticado y dulce que tiene en su cima.
Y es que Matua lleva la rosa en el corazón, pero con un matiz.
Su presencia es ligera porque su talco es sutil, así que cuando te llegue el aroma de cada una de sus rosas lo hará de forma suave, relajada y respetando siempre tu espacio.
Matua promete acompañarte sin hacer ruido, sin distraerte, para que así puedas disfrutar de un momento de paz contigo misma en un ambiente limpio.