La ternura de la flor de ylang-ylang junto con su delicado talco nos reciben de forma suave y nos recuerdan a un comienzo, al momento en el que algo pasa por primera vez.
Ylang Ylang and Jasmine nos habla de pureza, de inocencia.
El dulce jazmín llega para llenar de luz la habitación en la que amanecemos: miramos a través de la ventana, y vemos desde lo alto cómo varios centros de flores blancas ya decoran las mesas colocadas sobre el césped del jardín.
Hoy es día de celebración: estrenamos un conjunto blanco, pronto llegarán los invitados y estamos expectantes por saber qué pasará.
Con Ylang Ylang and Jasmine todo brilla, todo es bonito: es la pureza de algo que se mantiene perfecto.
Es una nueva oportunidad de sentirnos como la primera vez.