El ligero toque cítrico de la bergamota se abraza a la flor para darte la más fina y suave de todas las bienvenidas florales.
Con Iris puedes conectar con tu calma.
El tierno corazón de lirio es como una balanza: su presencia nos habla de equilibrio, de armonía, de ese jardín común en el que todos, por diferentes que seamos, podemos relajarnos y sentirnos cómodos.
Una vez estamos dentro, es como si la pureza y la elegancia de esas flores conocieran nuestra sensibilidad humana, y tejieran luego una red invisible con su aroma capaz de tranquilizarnos.
Por eso, si no sabes qué aroma poner, entonces quizá sea Iris.
La delicada base de jazmín llegará para prolongar nuestra relajación y se convertirá en esa agradable música de fondo que nos gusta escuchar a todos.