Gardenia es la juventud hecha aceite esencial: es vida, es energía, es celebración.
Un ligero matiz cremoso nos trae la arena de la playa, el verano, la despreocupación de las vacaciones. El sol nos ha relajado, nuestra piel es más suave y morena, y tenemos ganas de vivir cosas divertidas, de jugar, de abrirnos al mundo: nuestra belleza está en su plenitud y sabemos que gustamos.
Gardenia es la atracción más pura y limpia, es la esencia de un amor de verano.
Su hechizo natural construye un ambiente magnético que seduce y cautiva, que enciende nuestros sentidos para hacernos sentir como si nunca en la vida hubiéramos estado cansados, como si este fuera el momento en el que nos toca disfrutar.
Igual que el aroma de su flor es muy característico y preciado –difícil de cultivar y mezclar– los momentos que nos brinda Gardenia, vistos desde nuestro día a día, no parecen tener que ver con nada: son como un sueño…
El sueño de una noche de verano.
